¿Qué es la meditación?
Hace poco en un curso de motivación que impartía yo, lancé esta pregunta a los asistentes. Las respuestas me hicieron pensar que tal vez ya era el momento de escribir algo al respecto. Tal vez para intentar de aportar mi granito de arena, no solo a los asistentes, sino a quien tuviera la misma pregunta rondando su cabecita. Por eso quiero intentar muy humildemente, aportar un poco más de luz sobre un concepto que veo que esta un poco influido por creencias que no son del todo ciertas.
Qué gran pregunta y cuantas veces ha sido malamente respondida. La meditación ha sido un concepto muy injustamente tratado en las conversaciones habituales.
Muchas veces he oido frases como: “yo no puedo meditar”, “meditar me pone nervioso/a”, “meditar es un aburrimiento”, etc.
Yo creo que ya es hora de que sentemos algunas bases al respecto. Empecemos con este post, en el que quisiera definir el concepto de meditación.
Según el diccionario de la lengua española, el concepto “meditación” viene del término latino “meditatio, -ōnis”, que quiere decir = 1. Acción y efecto de meditar.
El significado de “meditar” en el mismo diccionario dice lo siguiente: del término latino “meditāri”, nos quiere decir =
1. tr. Pensar atenta y detenidamente sobre algo. ¿Has meditado tu decisión?. Debes meditar SOBRE el problema.
Según Wikipedia la meditación es es un ejercicio práctico donde el individuo entrena la mente o induce un modo de conciencia, ya sea para conseguir algún beneficio […]
Wikipedia también nos menciona el amplio espectro de prácticas que se encuentran englobadas en el concepto de meditación, todas ellas diseñadas y concebidas para promover estados de relajación inducida, para movilizar la energía interna o fuerza de vida llamado según diversas corrientes Qi, ki, prana, etc. […]
Es importante dejar claro una cosa, que la meditación no constituye una religión en si misma. Si que es cierto que resulta el vehículo de múltiples religiones para llegar al encuentro con lo divino, pero la meditación, es una herramienta que puedes usar creas en lo que creas.
Quisiera ahondar más en los objetivos de la meditación y corregir lo que mucha gente dice. “yo no medito, porque en lugar de relajarme, me pongo más nervioso”. Veamos, aquí hay que aclarar que son cosas diferentes, la meditación que la relajación. La meditación es una herramienta, un ejercicio mental si prefieres entenderlo así, en cambio, la relajación es un estado que “SURGE”, no se puede “hacer relajación”, pero si se puede “hacer meditación”. La relajación como he dicho, surge de la meditación, como surge de técnicas como el yoga, tai-chi- reiki, etc. Pero la meditación tiene más beneficios a parte de la relajación, estos beneficios se pueden comprobar en tu día a día. Puedes percibir, querido lector, que según vas aumentando tu experiencia meditando, tus estados emocionales pasan a estar más estables y adquieres mayor control sobre los mismos, esto lo he podido comprobar yo personalmente. Al meditar también me he dado cuenta de que valoro aspectos de la vida que antes pasaba por algo, quiero decir, que me centraba más bien en lo negativo que me ocurría, quitando importancia a cosas, que tal vez por lo insignificante de su esencia, no eran lo suficiente atractivas para mi, al meditar, yo tomaba más constancia de su presencia y de la felicidad que yo mismo sentía al valorar la suerte que yo tenía por poder disfrutar de ellas. En definitiva, los pequeños detalles de la vida me regalan pequeñas perlas de felicidad, pero al ser tantas y yo ser más conscientes de ellas, mi felicidad diaria aumentaba. Por poner unos ejemplos: la llamada de un amigo, el olor de el viento cuando mueve una planta aromática, el agradable olor de la chimenea al encenderse, un día de Sol radiante en medio del frio invierno, la tarde de mantita y película en el sofa, el placer de tener gente que te quiere alrededor, un techo en el que estar resguardado por las noches y caliente, el placer de una ducha o un baño calentito y así podría seguir y seguir, seguro que ya me has pillado por donde voy.
Estos pequeños placeres pasan tan desapercibidos que la gente ha dejado de valorarlos. Y más que valorar uno por uno, a lo que me refiero con la felicidad obtenida con la meditación es el sentir constante de felicidad continua. Esto no significa que ahora vayamos por la vida como unos drogados y flipando ante cualquier cosa agradable, pero si que significa, que el hecho de ser conscientes de las pequeñas estrellas que nos rodean, de repente vivimos en un cielo iluminado. La propuesta de la meditación es hacer de tu vida es cielo, en el que claro que hay partes oscuras, pero la luz de las pequeñas estrellas hacen de tu vida un universo lleno de belleza.
Otro de los beneficios de la meditación como tal, es la estabilidad emocional. Con esto quiero decir lo siguiente. Por ejemplo: estoy seguro de que a muchos de vosotros os cambia el carácter cuando os subís al coche y os ponéis al volante. Esta claro que el hecho de que os cabreéis cuando el conductor de turno que os hace una pirula no hace daño a nadie, pero, te has parado a pensar si te lo hace a ti mismo/a. Y piensa en si alguna vez, un cabreo como este no ha sido el comienzo de un día desastroso. Te propongo que te imagines la última vez en que te enjaste por un pequeño detalle en tu vida, bien, ¿lo tienes?, piensa en que vino después y si ese cabreo tardó poco o mucho en pasarse. Ahora bien, hazte la siguiente pregunta: ¿Que hubiera pasado si hubiera elegido ser feliz ignorando el hecho y decidiendo no cabrearme?.
Hace un tiempo escuché la siguiente frase que hace referencia justo a esto de lo que estoy hablando. En la vida muchas veces tienes que elegir entre SER FELIZ o LLEVAR RAZÓN.
Bien, pues los logros de la meditación van encaminados en esta dirección que os he marcado. Saber relativizar cuando no merece la pena que dediquemos el más mínimo ápice de cabreo, ni siquiera la más mínima atención a lo malo que nos ha ocurrido y aprendamos a ver y focalizarnos en lo bueno. Suena un poco utópico, o incluso la típica frase de “se positivo”, pero lo que quiero decir es que con la meditación, el esfuerzo que hay que hacer para conseguir estos estados de tranquilidad emocional es muy pequeño.
La meditación se puede hacer de varias maneras, sentado o incluso de manera activa. Cuando digo de manera activa, me refiero a que es posible meditar mientras haces las actividades de tu día a día, básicamente es un ejercicio mental. aunque sería largo de explicar aquí, simplemente decirte que consiste en dedicar tu MÁXIMA atención a la actividad que estas realizando en cada momento, no permitir que los caballos de la mente se desboquen y comiencen a galopar hacia cualquier punto mientras estas realizando una actividad.
Para meditar hay diferentes formas y ejercicios, como por ejemplo: la respiración consciente, contracción y relajación muscular, relajación muscular progresiva, etc.
Si se sabe practicar bien, o mejor dicho. Si se sabe explicar y guiar bien, la meditación no supone un esfuerzo para el practicante, sino un verdadero placer de la vida. Un caramelo dulce entre nuestros quehaceres diarios. Y para nada pone nervioso al practicante que realmente conoce el ejercicio que va a realizar y la metodología del mismo sin la expectativa del clásico “me TENGO QUE RELAJAR”.
Borja BG